jueves, 19 de mayo de 2011

DCPA: El sistema y los de fuera del sistema

Diario de campaña de un padre en apuros: Día 14.

Hace dos jueves, cuando empecé este Diario de Campaña lo hice con la intención de tomarme con un poco de ironía las cosas que se escuchan, se leen y se ven en campaña electoral. Lo de siempre, vamos, meterme un poco con los socialistas, un poco más con UPyD, aún más con los populares y lo que me diera lugar con los andalucistas, Izquierda Unida y demás. Lo que no esperaba es que un espontáneo movimiento ciudadano nos llevara a reflexiones más profundas sobre la eficacia del conjunto del sistema. Y sobre todo, sobre quiénes son el sistema.


Panorámica de la Puerta del Sol. Foto: http://twitpic.com/4zda9f/full.

Los antisistema.
Las primeras criticas al movimiento del 15M se basaron en calificarlos de antisistema tratando de etiquetarlos junto a esos jóvenes que tanto asustan a las clases medias, con greñas, harapos y rompiendo farolas. Nada más lejos de la realidad. Ni los antisistema son eso, ni los indignados son así. Hay de todo, como en botica. El artículo de La Voz de ayer lo dejaba claro: los jóvenes en Cádiz han cumplido la cuarentena y son auxiliares administrativos. La época de bonanza económica ha pasado por la ciudad y ni nos hemos enterado y ahora nos toca pagar la crisis. Si ese es el sistema, todos los que están en el Palillero, en Sol, en Plaza de Catalunya y en el resto de lugares de España son antisistema. Al menos, están fuera del sistema.


La calle es mía.
Imagen de la Puerta del Sol ayer.
Foto de Elpais.com, Juan Medina. 
Ya no es Fraga. Ahora son las Juntas Electorales Provinciales. La calle es suya y no se puede acampar ni manifestarse en campaña electoral porque atenta contra la libre elección de voto. A la espera de que se pronuncie la Junta Electoral Central, parece sorprendente cuando es un movimiento que no pide el voto para nadie y sólo recomienda #novotes (a nadie) o #nolesvotes (a los partidos mayoritarios). Las Juntas Electorales Provinciales han querido resguardar su cortijo, porque habría que analizar quiénes son y cómo se nombra a los miembros de esas Juntas Electorales. Iluso de mi que creía que la calle era de todos. Iluso de mi que me creí el artículo 21 de la Constitución.

El sistema brama.
Leyendo los medios de comunicación de la derecha española esta mañana está claro que al poder económico no le interesa este movimiento. No le interesa replantear las bases de nuestra convivencia porque a ellos las cosas como funcionan ahora les corren de forma excelente. Aprovechan para arrimar el ascua a su sardina Mariano y culpar al Gobierno de no haber disuelto las manifestaciones. El sistema brama y pide mano dura. No seré yo quien defienda a Rubalcaba, pero me parece que era la única solución. Una actuación represiva podría haber acabado en un baño de sangre y eso sí que no puede permitírselo este país.

Reunión con jóvenes.
Me resulta realmente ridícula la imagen del candidato del PSOE en Castilla y León con un grupo de jóvenes que hacen como si estuvieran en una sentada. Los socialistas aún no se han enterado de qué va la historia. El PSOE quiere capitalizar el malestar y convertirlo en votos. Curiosamente un malestar que se desarrolla contra ellos, esencialmente. Los ciudadanos están hartos (estamos hartos) de campañas de marketing y de imagen que esconden el vacío más absoluto. Estamos hartos de chaquetas oscuras y camisas claras sin corbata en las campañas. Esto es más serio de lo que los grandes partidos quieren creerse.

Pintados de magenta.
También están pesaditos los de la Rosa magenta con llevarse el malestar a su terreno político. Rosa 10 dio su mitin en la acampada de Alicante. Pérez Fabra, después de las críticas, estuvo rápido en llevarse su acto del Palillero a la Plaza de las Flores. Supongo que cada acampado y cada indignado hará lo que quiera pero no creo que el partido de quien fue candidata a Secretaria General del PSOE y consejera de un gobierno autonómico vasco pueda ser el mejor ejemplo de regeneración democrática. Cuidado con los salvapatrias y las salvapatrias, que no es que estén fuera del sistema, es que se quieren quedar con el sistema.


Un Ayuntamiento fuera del sistema.
Rafael Quirós, alcalde de Barbate.
Foto: lavozdigital.
Radio Cádiz dedicó su debate ayer a Barbate y me lo tragué casi entero. Lo peor fue que me gustó. Resultó más dinámico que otros, menos elevado y bastante revelador. Los participantes evidenciaron que ser candidato a las elecciones municipales no es equivalente a ser político. La mayoría eran ciudadanos que querían mejorar su municipio. La adscripción a un partido o la participación en unas elecciones no determina, per se, la maldad personal. Destacaría dos cosas. No me convenció el mensaje de Antonio Varo, el candidato de IU, en el sentido de pedir continuamente unidad para sacar Barbate adelante. Es evidente que el interés de todos debe ser mejorar Barbate, pero hay muchas fórmulas para conseguirlo. No es lo mismo urbanizar toda la costa que apostar por un crecimiento sostenible, por ejemplo. Habrá cuestiones puntuales que requieran de acuerdos, pero en otras hay que escoger y para eso están los alcaldes. La segunda cuestión a destacar es la referencia a la valentía de los candidatos. La hicieron Varo y Quirós. Querer gobernar un pueblo con la situación económica de Barbate es, sin duda, un ejercicio de riesgo, porque un alcalde no se esconde en un palacio. Está en el Ayuntamiento y allí van a buscarle todos los vecinos. Un alcalde o concejal honesto que trabaja por sus vecinos no es una persona a reprender sino un individuo digno de admirar.

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