jueves, 28 de junio de 2012

On air: En Cádiz no notamos esta crisis

La base del Alinghi en la Copa América.
Ahora permanece cerrada y abandonada.
Como explico en el texto, la idea de la columna de esta semana me surgió en mi vista a Valencia hace una semana. En comparación con lo que conocía de Valencia de hace unos años noté una evidente decadencia. En Cádiz, sin embargo, no se percibe tanto cambio porque, como me dijo un amigo, estamos acostumbrados a vivir al filo.


La crisis no está afectando a Cádiz. El mensaje lo pronunció ayer en su intervención en el pleno municipal sobre el Estado de la Ciudad el Teniente de Alcaldesa Ignacio Romaní. Lo raro es que, al contrario de lo que suele pasar con las frases de Romaní, esta es cierta. Si quieren ustedes, de verdad, ver los efectos de la crisis, paseen por alguna de las grandes ciudades, que fueron un día prósperas, de España. A mi me tocó la semana pasada, antes de que llegaran los Alonso y compañía, estar dos días en Valencia y aquello sí que es crisis. De verdad, de pata negra.
Valencia, la ciudad y la Comunidad, representan lo peor de lo que ha pasado en este país durante los últimos años. Sirva el ejemplo de que todas las entidades bancarias de la Comunidad Valenciana se encuentran intervenidas: Banco de Valencia, Bancaja a través de Bankia y la Caja de Ahorros del Mediterráneo. El exceso del ladrillo, la corrupción generalizada, los abusos de poder, los gastos superfluos... Todo lo que nos ha llevado a donde estamos tiene en Valencia un laboratorio avanzado. Y se nota en las calles. Si paseas por las inmediaciones del Puerto contemplas esas grandes construcciones diseñadas para la Copa América en estado de semiabandono; inmensas avenidas desérticas. Los negocios antes boyantes ahora permanecen cerrados a cal y canto. Los anuncios pisos proponen precios bajísimos... La comparación con la misma ciudad hace cinco o seis años no admite discusión. La crisis los está matando.
En Cádiz no pasa eso. No. Y eso que las cifras de Cádiz asustan. 17.000 parados tiene la ciudad de Cádiz, 357.000 la provincia. La cifra de personas que duermen en la calle ha crecido. Los niveles de pobreza superan, no ya la media europea, sino la media del Estado español. Según reconocen los responsables del Banco de Alimentos, la provincia es la primera de España en demanda de alimentos por habitantes. Los impagos de las Administraciones Públicas dejan a las organizaciones que se dedican a la atención de las personas más desfavorecidas en una situación crítica. Afanas, la coordinadora antidroga Nexos, la asociación Cardjin. Pero este lustro de crisis apenas se nota.
Porque aquí ya vivíamos en crisis antes. La nuestra es permanente, antigua, auténtica. Incluso en los tiempos en los que, según nos reprochan ahora, en España se vivía por encima de nuestras posibilidades, Cádiz no tenía posibilidad de vivir por encima de nada. De cinco años para acá no se ha dado la vuelta al calcetín como pasa en Castilla, en Valencia o en Madrid. Aquí sólo hemos agrandado el tomate que tenía nuestro calcetín. Ese que nunca nos cubrió el pie. Pero, como dice Romaní, a Cádiz no le está afectando la crisis. Total, estamos acostumbrados a caminar descalzos.





viernes, 22 de junio de 2012

On air: Todo lo malo se pega


Foto de las pantalla de la Avenida tomada de la página de
cadizpsoe.com

La columna de esta semana surge de la publicación por la web cadiznoticias de esta noticia. Por si las pantallas de la ciudad no eran suficientes, Pepe Loaiza ha decidido poner más en 21 municipios de la provincia. Por mucha crisis de la que hablen, siguen gastándose nuestro dinero en su publicidad.

El refranero de las abuelas tiene respuestas para casi todas las eventualidades de la vida. Hay refranes que contradicen a otros para tener cubiertas todas las opciones que esto de la cultura popular es como el Partido Popular, nunca se equivoca, en todo caso es la realidad la que yerra. De todos, me acordé ayer de ese que usaba mi abuela para advertirme de las malas compañías. “Todo lo malo se pega”, me decía. Lo recordaba al leer la web cadiznoticias que anunciaba que la Diputación de Cádiz se iba a gastar 2 millones de euros en pantallas ubicadas en 21 municipios de la provincia.
Primero fuimos los gaditanos de la capital los que hemos tenido que pagar unas pantallas publicitarias que no sirven para nada. Ya ni siquiera para el anuncio del equipo de Gobierno municipal, porque está tan muerta la actividad de la ciudad que ni anuncios quedan. El único que se publicita es El Corte Inglés, por si al señor Isidoro le faltaba algún soporte publicitario. Tan poco contenido tienen que el Ayuntamiento pretendía que sirvieran de punto de botellón para los partidos de La Roja, pero Telecino les ha dicho que no. Se ve que la empresa Cádiz Conecta no maneja muy bien los temas de emisión, publicidad y derechos de imagen. 
De todos modos, parece que la experiencia gusta en Cánovas del Castillo y Loaiza ha decidido seguir los pasos de Teófila. Dos millones de euros que pagaremos todos los gaditanos, no sólo los de la capital, para que Diputación tenga una vía expedita para emitir su publicidad institucional. Imagino que el eslogan será “Con la Diputación de Cádiz pepera, sí”.
Dos millones de euros en publicidad mientras los presupuestos han recortado las partidas de juventud, igualdad o solidaridad internacional. Y por si alguien considera que los jóvenes, las mujeres y la ayuda internacional no son razones de peso para seguir invirtiendo le puedo proponer una equivalencia muy sencilla: con dos millones de euros, aproximadamente, se puede contratar durante un año y con un salario digno a cincuenta trabajadores en paro que son cincuenta familias que lo están pasando muy mal por esta maldita crisis. 
Hay pocas cosas más absurdas que reforzar la publicidad en un organismo como la Diputación, de elección indirecta y cuyos cometidos resultan tan ambiguos que muchas voces plantean su desaparición. Desde luego, si su función va a ser montar pantallas en los municipios de la provincia no parece que esas voces que piden el fin de las Diputaciones vayan a disminuir. En tiempos de redes sociales, campañas virales y otras fórmulas imaginativas, al Partido Popular de Cádiz, en la ciudad y en la provincia, le gustan más los pantallones en medio de la plaza. Total, los pagamos a escote entre todos. O como dirían las abuelas, “disparan con la pólvora del rey”.

jueves, 7 de junio de 2012

On air: Hipocresía cadista


Teófila es del Cádiz desde pequeñita.
Foto: lavozdigital.es

No me gusta dedicarle mis columnas al Cádiz Club de Fútbol. Me encanta hablar y escribir de fútbol, pero trato de evitar hacerlo en mis columnas de Radio Cádiz porque allí hay gente como Ignacio de la Varga o Julio Camacho que opinan y muy bien de fútbol. Además, cuando hablo del Cádiz me sale la única pasión verdadera que tengo. Esta semana he hecho una excepción, pero no ha sido para hablar de fútbol. O sí. Pero en su relación con la política municipal. Porque el fútbol ya no da votos.

Cuando vivía en Venezuela lo primero que hacía
era mirar en el Marca el resultado del Cádiz
Foto: portalcadista.com
Por eso, cada vez que puede, se hace una foto
con la camiseta del Cádiz
Foto de Eulogio García Romero
En política la hipocresía es elemento habitual. Eso de decir una cosa y haber hecho, estar haciendo o pensar hacer otra distinta es práctica común entre los que nos mandan. Lo hace Rubalcaba cuando habla del IBI de la Iglesia o Cabaña cuando habla de tejemanejes internos en su partido.  
Pero en este caso me quedo con la nueva vuelta de tuerca en las relaciones entre Teófila y Muñoz que no es lo mismo, aunque lo parece, que el Ayuntamiento de Cádiz y el Cádiz Club de Fútbol. Que a Teófila le molesta Antonio Muñoz es algo público y notorio. Al menos, tan público y tan notorio como para que haya llegado a los oídos de alguien como yo que apenas tiene contactos ni fuentes. Teófila orquestó el aterrizaje de Baldasano y aquel fracaso ha marcado, sin lugar a dudas, sus relaciones.  
Porque Antonio Muñoz, en nombre del Cádiz ha tenido vía libre en San Juan de Dios. La fundación Cádiz Club de Fútbol creada para recibir subvenciones municipales y mantener a la cantera, en realidad, era una vía de financiación de la empresa de Antonio Muñoz mientras que la cantera se iba muriendo. Pero la financiación municipal del Cádiz también venía por vía pasiva, mediante la exención de impuestos y la falta de pago de la luz y el agua. Mientras que a cualquiera que no paga la luz en dos meses se la cortan, Antonio Muñoz en una de sus sociedades no la paga nunca.
Foto cadistasfinos.com 
 
 
Todo esto no empezó ayer. Todo esto lleva años pasando. Pero desde que Muñoz ha roto la baraja y ha atacado a Teófila se le ha acabado su bula en San Juan de Dios y el inmenso gabinete de prensa del teofilismo ha comenzado a esparcir la porquería sobre Muñoz. Como lo del Estadio, a pesar de que es uno de esos temas en los que el teofilismo debería estar callado porque lleva diez años enfrascado con su reforma y porque, a pesar de la oposición generalizada, la inversión en la Tribuna se ha comido el resto de inversiones municipales. ¿Cuántas contraportadas del Ese Cádiz oe hemos visto con la propaganda de que el Ayuntamiento construye un nuevo estadio para los gaditano? Pues ahora los que hacían la publicidad dicen que, en realidad, el Estadio se lo hacían a Muñoz.  
Ya he dicho en varias ocasiones que soy cadista practicante. Pero antes de eso soy ciudadano y entiendo perfectamente que a Muñoz hay que cerrarle el grifo, siempre que el Ayuntamiento cumpla con lo firmado. No tiene sentido que no pague la luz y que cuente con beneficios y una subvención municipal continua. Tampoco tenía sentido antes. Pero antes el Cádiz era un buen medio de más propaganda para la mujer que rige los destinos de la ciudad y, como siempre, el dinero para su propaganda ha salido de las arcas municipales. La foto de Teófila en los periódicos con la camiseta del Cádiz el día del regreso a Primera nos ha salido carísima a todos los gaditanos.