El primer día de la semana decisiva es el día en el que se celebra el segundo debate a tres de la campaña. Además, es el último día, de acuerdo a la Ley Electoral, en el que pueden publicarse encuestas. Sin embargo, hasta el viernes pueden seguirse haciendo promesas sin fundamento.
Mañana será el Atlético de Madrid y pasado el Barcelona, pero hoy los que juegan el partido de vuelta son la señora Díaz, Bonilla (le copio la nomenclatura a Yolanda Vallejo) y Antonio Maíllo. Los datos de share del partido de ida fueron absolutamente demoledores. Apenas uno de cada diez andaluces siguieron el primer debate. Si los protagonistas hubieran sido Belén Esteban e Ylenia seguro que habríamos alcanzado datos muy diferentes. A veces tenemos lo que nos merecemos, por más que el debate inicial fuera soporífero.
De todas formas, mi natural optimista me lleva a creer que en este segundo debate la cosa se pondrá más interesante. Imagino a Bonilla cantando por Juanito Valderrama la canción del emigrante, a Susana Díaz explicando como cambiar el grifo de la cocina y a Antonio Maíllo declinando Victus en latín. Al fin y al cabo, fue lo único interesante que contaron en el primer debate.
 |
| La encuesta de La Opinión de Málaga. La más favorable al PSOE |
Se acaba hoy la posibilidad de publicar encuestas. Al menos en nuestro país que con este mundo globalizado la prohibición es bastante absurda. Si un periódico de Gibraltar o del Algarve quiere conseguir visitas desde Andalucía sólo tiene que publicar una encuesta electoral el jueves o el viernes. Seguro que más de uno y de dos pinchan.
En realidad, el hecho de que se dejen de publicar encuestas tampoco es que afecte mucho porque las encuestas cada vez parecen más apuestas que estudios científicos. Desde la encuesta de Celeste-Tel que da 14 puntos de diferencia PSOE-PP a la de La Razón que da cuatro puntos porcentuales hay un auténtico mundo electoral.
Lo único que parece claro es que el PSOE va a ganar las elecciones (lo que quiera que signifique ganar), que Podemos y Ciudatans entrarán (por qué puerta es la duda) y que el PP e IU bajan. La intensidad de estos fenómenos varía de una encuesta a otra. Lo bueno de la demoscopia electoral es que ocupa titulares una semana antes pero cuando pasan las elecciones todos se olvidan de los errores y, a los cuatro años, vuelven a pagar por otras encuestas erróneas.
La oferta: 2x1 de RajoyEn el Debate del Estado de la Nación (la nación española, se entiende, no la andaluza) Rajoy prometió tres millones y medio de empleos durante este año y la próxima legislatura. En un cálculo sencillo, la primera vez que vino a Andalucía ofreció el 19% de esos empleos porque, al fin y al cabo, Andalucía representa, aproximadamente ese porcentaje con respecto a la población española.
Se ve que la oferta de 575.000 puestos de trabajo no alcanzó el eco suficiente que Rajoy la ha doblado y ahora, a una semana vista de las elecciones promete un millón de empleos. Ya sabemos que Rajoy cosa que promete cosa que cumple. En la campaña prometió que no recortaría en sanidad ni en educación ni en pensiones y ya sabemos lo que ha ocurrido.
Se me pasan los días sin hablar de los monólogos de Soraya Sánez de Santamaría. En realidad es algo que se hace común lo de ver a los políticos tratando de hacer humos. Los hay que tienen algo de gracia (en esto el número uno era Alfonso Guerra) y otros sin gracia ninguna, como es el caso de Soraya. Podríamos acudir al tópico de lo ridículo que resulta ver a una de Valladolid haciéndose la graciosa en Andalucía.
Si la idea es quitarle a la Vicepresidente su imagen de empollona resabiada no cabe duda que lo de bonita y lo de la suegra son malas ocurrencias. Quizá habría que profundizar y entender que hay políticos que sirven para hacer cosas y otros para dar mítines y ganar elecciones. Está claro que Soraya no está en el segundo grupo. La duda es si, de verdad, está en el primero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario