sábado, 19 de noviembre de 2011

DCgPA: De reflexión

Diario de campaña general de un padre en apuros: Día 16

Ya sé que estamos en jornada de reflexión, pero si el ABC lleva en su portada que hoy es "La víspera del cambio", no debe haber problema para que yo, en este modesto blog, que no tiene nada que ver con el centenario periódico, exprese algunas dudas sobre las que reflexionar un día como hoy. De momento, yo no pediré el voto para nadie.

Juan Torres López
¿Qué es un tecnócrata?
Las crisis de Grecia e Italia han puesto de moda los "gobiernos de tecnócratas". Parece la solución a todos los males. Ahora bien, ¿qué es un tecnócrata? Se supone que son técnicos especialistas en la materia sobre la que tienen que gobernar. Por tanto, lo habrían sido Rato, Solbes, González Sinde o Francisco Caamaño. Pero se introduce un matiz, tienen que ser técnicos sin vinculación partidista para garantizar su independencia. Es decir, técnicos que no se sometan a las elecciones y que son nombrados por que alguien lo decide. Se plantean dos enigmas más. ¿Quién decide el nombramiento? Porque si lo deciden los políticos, es una fórmula como otra cualquiera de eludir responsabilidades. Si sale bien, es gracias a mi decisión si sale mal es por culpa del técnico. Además, si el que nombra puede cesar, el nombrado probablemente no se sienta tan independiente para que el nombrador no lo cese. Pero hay otra cosa más importante. ¿A quién nombrar? Porque, por ejemplo, en el ámbito económico, no son lo mismo las teorías de Paul Krugmann, de Juan Torres López o de Vicenç Navarro que las de Trichet, Monti, Fernández Ordóñez o Alan Greenspan. Por cierto, que los cuatro últimos también son responsables de la situación en la que nos encontramos. Tanto como los políticos.

¿Para qué sirve un expresidente?
Decía Felipe González que un expresidente es como un gran jarrón de porcelana china muy valioso, pero que uno no sabe donde ponerlo. En esta campaña electoral, Rubalcaba ha paseado al jarrón González por toda la geografía española mientras que Rajoy ha guardado al jarrón Aznar lo más oculto posible, incluso llevándolo al extranjero. Pero el jarrón Aznar es tan vistoso que no hay manera de que no llame la atención. Lo más curioso, sin embargo, ha sido lo del jarrón de Zapatero. Da la impresión de que en su partido no creen que sea un valioso jarrón chino sino, más bien, uno de la tienda de los veinte duros. Lo han guardado en un cajón, no ya como ex presidente, sino como presidente en funciones. En estos días de campaña creo que no ha aparecido más de tres veces en el telediario.

¿Qué nos espera a partir del lunes?
Un cambio, eso es seguro. Sea el probable de Rajoy o el más sorpresivo de Rubalcaba. No siempre los cambios son a mejor, eso cualquier persona lo sabe. Si es el de Rajoy nada se sabe aunque algunas cosas se filtran: Que subirá el IVA al 23%, por ejemplo; que suspenderá la Ley de Dependencia; que eliminará la Ley antitabaco; que revertirá la ley del aborto, la venta de Paradores,... Incluso puede que lleguemos a que los jubilados se paguen los medicamentos. Dicho todo esto, esperemos que no tome ejemplo de los populares gallegos y tome medidas más drásticas como eliminar el derecho a asistencia sanitaria de los desempleados de larga duración. Por cierto, lo que pasará en el PSOE el 21N parece un misterio más insondable aún, aunque a la mayoría de los españoles nos interese menos.

¿Quiénes son emprendedores?
Una de las medidas de las que presume Rajoy es reducirle los impuestos a los emprendedores. Mis años de jurista me llevan a hacer siempre la misma pregunta. ¿A qué se refiere usted cuando habla de emprendedores? Un emprendedor se supone que es la persona que tiene una idea de negocio y monta una empresa. Resulta, por tanto, muy difícil distinguir a un empresario de un emprendedor. Steve Jobs, por ejemplo, era un emprendedor. O Amancio Ortega. O Ramón Areces, creador de El Corte Inglés. Es decir, que lo de reducir los impuestos a los emprendedores es otra manera de contarnos que le va a bajar los impuestos a los empresarios, pero sin que nos alertemos tanto.

¿Qué han dicho de Cádiz?
Poco. Quitando el error en la ubicación provincial de Constantina y Cazalla en Cádiz, por lo demás, nuestra provincia ha tenido escasa relevancia. Primero salió el tema del escudo antimisiles; después lo del segundo puente y, entre medio, la autopista entre Huelva y Cádiz que defiende el Partido Popular. El gran enganchón ha tenido que ver, precisamente, con el segundo puente de la capital que socialistas y populares reivindican como propio, pero que sigue sin concretarse. De los grandes conflictos laborales de la Bahía, como Navantia, Delphi o Visteón nada nuevo. Las campañas del PSOE y el PP en Andalucía acabaron en la provincia de Cádiz -Rubalcaba en Jerez y Arenas en la capital-, pero fueron cuestiones más simbólicas que de fondo porque nada se ha aportado de interés sobre el futuro de la provincia.

Las patochadas olvidadas
Estos días, como sólo podía nombrar una patochada diaria (aunque a veces hice excepciones), se me han ido escapando algunas merecedoras de tal consideración. No incluí en la lista el olvido de las razones de votar a Rubalcaba que tuvo Óscar López, porque la patochada y el patazo no tienen la misma consideración. Como obvié a aquel dirigente popular (Vicente Tirado) que dijo que el futuro era Rubalcaba. Al que dejé pasar sin que él se lo mereciera fue al arzobispo de Oviedo que se metió en política (como ha hecho la Iglesia siempre) pero esta vez pidiendo, directamente, que no se vote al PSOE. Parece que no han quedado contentos con 7 años de sometimiento a la Iglesia de los que se dicen izquierda. Los socialistas ovetenses no entrarán en el cielo. En el límite se quedó aquella revisión del Cuéntame de los andalucistas.

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