jueves, 14 de noviembre de 2013

On air: La Justicia y las basuras

El panfleto pagado por todos los gaditanos
durante la huelga
Como Madrid lo monopoliza casi todo, la huelga de basuras de la capital nos tiene inundados nuestros televisores. En Cádiz tuvimos una huelga como esa hace un año y cuatro meses. La huelga de Cádiz vino provocada por la negativa de la empresa a subir el sueldo a los trabajadores tal y como había pactado. Ahora, con el paso del tiempo, la Justicia le ha dado la razón a los trabajadores. Por eso, he decidido dedicar mi columna a esa sentencia y su escasa repercusión mediática.

Hoy les voy a proponer un ejercicio de memoria. Regresemos al Doce, al famoso Bicentenario que iba a cambiar Cádiz para siempre y sólo sirvió para que no cambiara nada. Durante el mes de julio, tenía programada su visita a la ciudad la Gran Regata de Veleros. Con ocasión del acontecimiento los trabajadores de la concesionaria de Sufi Cointer anunciaron una huelga en lo que los pijos denominan recogida de residuos sólidos urbanos. Lo que toda la vida de Dios ha sido el servicio de basuras. 
Aquella huelga, más o menos oportuna, venía motivada por la decisión, más o menos oportuna, de la empresa Sufi Cointer de no pagar el aumento de sueldo que había firmado en el convenio con los representantes de los trabajadores. Aquella huelga, más o menos oportuna, sacó a la luz algunos de los comportamientos más rastreros y ruines que se han visto en esta ciudad en los últimos tiempos: la agresión con punzón a un miembro del comité de empresa, el despido a dos trabajadores que pidieron sureadmisión con una huelga de hambre y, por supuesto, la actuación municipal. Porque con el dinero de todos, incluso con el dinero de los trabajadores de Sufi Cointer, la prensa de la ciudad cedió su dignidad para publicar unignominioso panfleto en el que, con tantos detalles como poco rigor, se especificaba el sueldo de los trabajadores en huelga. Aquella práctica ya la había iniciado Alejandro Varela con los monitores de piscina. Pero lo que en el caso del lateral ahora ascendido (qué poco hay que hacer para ascender en el equipo de Teófila) era una carta personalizada, para los trabajadores de la basura se convirtió en un escarnio público en los medios de comunicación en una de las páginas más sucias, y son muchas del goebbeliano servicio de propaganda del Ayuntamiento de Cádiz. 
Supongo que ya han recordado todo aquello. Pues resulta que ahora, un año y pico después de aquellos hechos, la justicia ha dado la razón a los trabajadores de Sufi Cointer y la empresa tendrá que abonarles el porcentaje de incremento pactado. La huelga tenía sentido. Las movilizaciones eran legítimas. Pero de eso no dijeron nada en el panfleto pagado con dinero público. De esta sentencia no dirán nada las pantallas de Cádiz Conecta más pendientes de la firma de un convenio sobre salud auditiva o de los arreglos a la Casa de la Juventud.  
No se dejen confundir. Lo que de verdad pasa en esta ciudad no sale en esas pantallas de dudosa financiación. Ni siquiera en los periódicos, aunque el más señero amague con la ruptura. Lo que les cuentan es lo que quiere el personaje que mueve los hilos como ocupa de un despacho del Ayuntamiento. Pero lo que de verdad pasa, lo sabe la calle. Por eso las redes sociales les ennervian tanto, porque escapan a su control. Y porque por mucho que difamen, manchen y acusen, al final sale la verdad.

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