jueves, 8 de diciembre de 2011

On air: 63 años de la DUDH


René Cassin, uno de los redactores
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Como miembro de la APDHA, no puedo dejar pasar la oportunidad del 10 de diciembre para reivindicar la vigencia e importancia de los derechos humanos. El sábado saldremos en manifestación por Cádiz desde la plaza de San Antonio a las 12 horas. En este momento hay mucho que exigir.

El 10 de diciembre de 1948, en Nueva York, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un compendio de 30 artículos en el que se recogían aquellos derechos y libertades fundamentales.
El próximo sábado se cumplirán 63 años desde la aprobación de aquel texto y la realidad que nos rodea no invita, precisamente, al optimismo. Desde los tiempos de la esclavitud, la historia de la conquista de los derechos por el ser humano ha ido en crecimiento constante, con algunos períodos de regresión. Precisamente ahora nos encontramos en uno de esos períodos. No es políticamente correcto afirmar que no se cree en los derechos humanos, pero la realidad es que en muchos casos el sistema niega estos derechos.
Muchos ya estaban acostumbrados a que el telediario les mostrara historias truculentas de los países del Tercer Mundo, mujeres privadas de sus derechos en países árabes o matanzas indiscriminadas ordenadas por dictadores ahora mantenemos todo eso, en Somalia, Afganistán o Siria, por seguir con los tres ejemplos. Pero además, percibimos que no sólo los derechos de aquellos que llevan toda la vida sintiéndolos vulnerados son papel mojado sino que, en nuestro entorno, los derechos de los que disfrutábamos la mayoría también están en entredicho.
Los derechos políticos se cuestionan en un sistema en el que el poder ya no reside en la ciudadanía que vota a políticos que no dicen lo que harán cuando lleguen al poder. Además, ese poder se deriva a instancias externas que no se someten a ningún control y que ponen y quitan los gobiernos escogidos por los que votan.
En este momento de crisis, también los derechos prestacionales como la educación y la sanidad se ven sometidos a la coyuntura del mercado. El caso de los parados de larga duración que se quedan sin el derecho a atención sanitaria resulta especialmente sangrante.
Y ¿qué decir de los derechos económicos? Las cifras de paro galopante en España que se subliman cuando hablamos de nuestra provincia, los niveles de pobreza entre los gaditanos, las colas en los comedores sociales, en los bancos de alimento, el incremento de las personas sin techo, los desahucios…
Este 10 de diciembre hay poco que celebrar de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Más bien hay mucho que reivindicar, hay muchas exigencias para evitar que volvamos a la casilla de salida y que esta crisis propicie tiranías como las que surgieron tras la crisis del 29.

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