jueves, 18 de octubre de 2012

On air: Trabajar como chinos


Mi columna de esta semana requiere de un prólogo. Es esta entrevista que realizó Libertad Paloma a Miguel González Saucedo en el programa Hoy por Hoy Cádiz (en el que se emite mi columna, para quien aún ande despistado). Su posicionamiento sobre el tema de BWI, la empresa china que pretende quedarse con los terrenos y la nave de Delphi y contratar a sus trabajadores me resultó sorprendente. Aunque, pensándolo bien, no están tan lejos estos capitalistas de poca monta nuestros de los explotadores chinos.

El pasado lunes oí con atención la entrevista que este mismo programa emitió del presidente de la Confederación de Empresarios de la provincia. No suelo esperar mucho de los empresarios. No ya del empresario individual, que los hay buenos, pocos, pero hay algunos que arriesgan su dinero, cumplen con sus obligaciones y respetan a sus trabajadores. Algunos hay, los aseguro. Sin embargo, del colectivo empresarial organizado tengo mis más serias reservas. Me pasa con los hosteleros. O con los comerciantes a los que en dos páginas que les cedió el Diario el domingo apenas se leían análisis críticos de su propia actitud y gestión. En muchos casos son como esos entrenadores malos que siempre le echan las culpas al césped, al árbitro o a la lluvia. No obstante, pese a mis nulas expectativas me sorprendió que González Saucedo defendiera el proyecto de la empresa china que pretende instalarse en los terrenos de la antigua Delphi y que quiere pagar a los trabajadores exclusivamente el salario mínimo interprofesional. González Saucedo vino a decir que entre trabajar y cobrar más hay que escoger trabajar. 
Y digo que me sorprendió porque supone un auténtico agravio comparativo con el resto de empresas de la provincia y con los empresarios, esos pocos a los que me refería antes, que cumplen con sus obligaciones. Tampoco casaba con la tesis de la entrevista. Si tan preocupado estaba con el consumo, no creo que éste aumente si la masa obrera pierde poder adquisitivo. Además, el proyecto de los chinos supone repetir los mismos errores que nos han traído hasta aquí, beneficiar capital extranjero sin vinculaciones con el territorio que cuando vienen mal dadas deslocalizan y nos dejan con el problema. 
Después, pensándolo, lo entendí. Lo que quiere González Saucedo es que los chinos le hagan el trabajo sucio. Que tiren de los salarios hacia abajo, que incumplan los mínimos establecidos para que después los malos empresarios puedan hacer lo mismo. Para que los que han metido la mano en su caja de beneficios para comprarse chalets, barcos y coches de lujo puedan seguir cuadrando sus cuentas a costa del trabajador. 
El debate no es trabajo o convenio. El único trabajo debe ser el legal, el que cumple con todas las leyes. Porque si justificamos la reducción de los salarios al mínimo para generar empleo también podemos justificar la reducción de las medidas de seguridad que son muy caras y que al morir obreros en el tajo se pueda contratar a los parados. O, incluso, podemos justificar que una trabajadora se pueda someter a las más diversas vejaciones para que así su jefe la mantenga en el empleo. Porque los esclavos tenían trabajo, pero no creo que eso sea lo que quiera la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz. ¿O sí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario