jueves, 6 de septiembre de 2012

On air: Merkel, las mujeres españolas se masturban


Ayer se supo que una concejal del Ayuntamiento de Los Yébenes (Toledo) iba a presentar su dimisión por haberse difundido un vídeo en el que se masturbaba. Que alguien dimita por eso mientras que tantos y tantos mangantes, corruptos, prevaricadores y malversadores siguen en su puesto resulta difícil de explicar. Yo he intentado explicárselo a Ángela Merkel, que está aquí para revisar sus tierras y cuánto le va a sacar a la inversión que ha hecho..










Hoy viene la dueña del cortijo a visitarnos. La señora Angela Merkel, la que presta el dinero alemán para que paguemos nuestros intereses a su banca mientras que las empresas alemanas compran a precio de saldo lo mejor del tejido productivo español.
Ahora que está aquí habría que explicarle a la señora Merkel que España es un país raro. No me refiero a eso de que seamos un Estado con 17 ordenamientos jurídicos. Eso que a algunos criados en la unidad de España les resulta extraño, para la canciller alemana, con sus Länder le debe parecer lo más normal del mundo.
Tampoco habrá que explicarle nuestros despilfarros que ella seguro que ya conoce los aeropuertos sin aviones y las estaciones de AVE sin pasajeros. No creo siquiera que pregunte por qué mientras que recortamos en todo, pagamos una exhibición de aviones de guerra que juegan a las batallitas en nuestras playas.
Lo que quizá sí haya que aclararle a Merkel, tan recta, tan alemana ella, es nuestro curioso concepto de moral. Habría que precisarle que en Madrid, la presidenta de la Comunidad que más financia los movimientos religiosos ultracatólicos y raja de las subvenciones, cambia de discurso y ofrece mamandurrias a un oscuro inversor americano que pretende crear en su territorio una ciudad de ruletas, tragaperras y otros vicios.
Y si pregunta por nuestro concepto de responsabilidad política, entonces si se puede volver loca. Ella que viene de un país donde el ministro de Defensa dimitió por copiar su tesis doctoral y el Presidente de la República por sospechas de cohecho, mejor que no pregunte sobre políticos españoles dimitidos. La única respuesta que encontrará es que se plantea dimitir una concejala de un pequeño pueblo de Toledo porque se ha difundido un video suyo masturbándose. Ni los casos de corrupción, ni los bancos quebrados, ni la malversación de fondos públicos, ni los escándalos en la monarquía,… 
No sé si será la herencia de nuestros 40 años de nacionalcatolicismo o la influencia de la pacata sociedad norteamericana. La presión muda, discreta de un pueblo pequeño en la España profunda ha bastado para que una concejal sienta que lo mejor para ella y su familia es dejar el cargo. Lo que debería saber la concejal es que, conociendo este país, aún seguirán burlándose de ella, cuchichearán a sus espaldas. La liberación sexual de la mujer está aún pendiente. Que se acuerde de la que le cayó a Nevenka por no callar mientras que su acosador está ya de regreso en el Ayuntamiento de Ponferrada. Tenemos tanto camino para llegar a ser Alemania. Pero no sólo en lo económico que, a lo mejor, es más consecuencia que causa.

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