miércoles, 15 de septiembre de 2010

Desde mi ventana: A ti, siempre a ti

Pretendo recuperar algunos de los textos que colgué en mi ventana. Algunos de los que más valoro que son, especialmente, los que hablan de las personas más importantes en mi vida. Por eso, quiero empezar por estas palabras que le dediqué a mi otra mitad el día que nos casamos en el Ayuntamiento. Porque sin ella estoy seguro que no disfrutaría del privilegio del que disfruto. Porque ahora al otro lado de mi cama laten dos corazones y la carga de ser padre se aliviará por compartirla con ella.


Ya sabes que nosotros siempre seremos mar y arena, un día de agosto, en la playa de La Victoria. 
Aunque nos escondiéramos en el poblado desierto de la Gran Vía cuando empezamos a mirarnos la cara en el mismo espejo. 
Ya sabes que hace mucho que mi camino lo recorren tus pasos. 
Aunque menos, también hace tiempo que nuestros cepillos de dientes comparten espacio sobre un solo lavabo de un solo cuarto de baño, de una sola casa. 
Ya sabes que quiero gozar de la eternidad que me proporcione tu vientre, cordón umbilical de mi ser a un mañana que seguiremos construyendo como hasta ahora, juntos e iguales. 
Ya sabes que no quiero el amor eterno del árbol plantado que no puede escapar. 
No quiero que seas para siempre mía por satisfacer el orgullo de un absurdo derecho de propiedad. 
Cuando diga “mi mujer”, mujer siempre será más importante que el posesivo. 
Quiero que seas siempre tú, libre, mujer y digna. 
Y que en tu libertad quieras estar a mi lado para que te arranque una sonrisa. 
Exactamente igual que quiero siempre querer que tu sonrisa sea el estímulo para levantarme cada mañana.

2 comentarios:

  1. Hola Diego, me he alegrado profundamente de encontrarte en este blog. Tendré el "privilegio" de seguirte más de cerca porque realmente te admiro por tu valentía. Ya seguiré por estas alamedas que seguro serán siempre de justicia social. Un abrazo

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  2. Muchas gracias, Selva. Serás siempre bienvenida por estos lares y a ver si concretamos ese café que tenemos pendiente.

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