jueves, 24 de septiembre de 2015

On air: Un día para la historia

Hoy no soy nada original. Le robo el título al Diario de Cádiz para un tema muy trillado, la apertura del Nuevo Puente. Pero creo que hechos como este ocurren en Cádiz dos veces en la Historia. Por eso no se explica bien la forma en la que se ha organizado la inauguración. O quizá sí se explica muy bien.

Si fuera un columnista original, de esos opinadores de calidad, hoy me inventaría alguna estupenda columna para hacerme el interesante y no hablar del puente. Pero no. Soy un tipo demasiado previsible y monótono como para escapar del tema de conversación de todos los gaditanos: la inauguración del segundo puente. 
Ciertamente, todo lo que pueda decir no es mejor que la frase que le leí ayer al genial Pedro Pablo Hidalgo, por cierto, muy recomendables sus viñetas en Contexto. Decía el gran peripol que Cádiz es la ciudad donde los puentes se hacen con lentitud, y sus inauguraciones con precipitación. Algo de eso hay. 
Porque el viernes pasado nos enteramos, de estrangis y por la agencia EFE que el día designado por Rajoy para inaugurar esa infraestructura impulsada en todo momento por la simpar ex alcaldesa Teófila Martínez era el 24 de septiembre. Por la agencia EFE nos enteramos nosotros, el alcalde de Puerto Real, el de Cádiz y Susana Díaz. De los tres, el primero ha decidido no acudir al acto en señal de protesta por la falta de respeto que el Gobierno ha mostrado con los representantes de los municipios. 
No le falta razón a Antonio Romero. Inaugurar la mayor infraestructura construida en España en los últimos años y organizarlo a la prisa, sin lealtad institucional es un despropósito. Como lo es que la única que supiera de la inauguración fuera la ex alcaldesa de Cádiz y sus declaraciones acompañasen la nota de prensa de EFE. 
Supongo que por nuestra forma de ser y nuestro carácter festivo la mayoría de los gaditanos deseábamos otra cosa. Un acto más simbólico, un cruce a pie de los ciudadanos de las localidades que une el puente, un gesto distinto al del mero corte de cinta. Tantos años esperando, tanto dinero malgastado, aunque de eso hablaremos más adelante, para que todo se resuma con una visita de Rajoy. 
Dentro de unos años todos recordaremos donde estábamos el día que abrieron, al fin y al cabo la inauguración es la apertura, el segundo puente. Recordaremos, incluso, cuando lo cruzamos por primera vez y con quién. 
De todas formas, ayer me surgía a mi una duda. ¿Creen que si el pasado 13 de junio no hubiera habido cambio en el sillón de Salvoechea la inauguración habría sido así de sobria? Yo me malicio que no. Porque al final da la impresión de que para algunos este no es el puente de Cádiz, sino su puente.

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