viernes, 6 de julio de 2012

On air: Supuestos presupuestos


Pepe Blas en Onda Cádiz. La cuadratura del círculo.
Foto de Pepe Contreras: pepecontreras.blogspot.com

Lo de que el Ayuntamiento de Cádiz iba a tener un superavit de 58 millones en 2012 me dejó cavilando desde que lo leí. Tanto, que me puse a investigar y descubrí que, como casi todo lo que proviene de los actuales inquilinos de San Juan de Dios, sólo había un poco de verdad y un mucho, muchísimo, de mentira.

Estamos hartos de oír aquello de que las cuentas de una Administración Pública deben llevarse como las de una familia. Son las voces que defienden la austeridad –ahora- mientras que antes organizaban carreras de Formula 1, daban becas para el uniforme de los colegios de pago o se gastaban 8 millones de euros al año en publicidad.
Coincide que esta semana hemos sabido que, por primera vez desde que se recaban estos datos, las familias españolas gastan más de lo que ingresan. Es decir, que ahora, cuando los cinturones se aprietan tanto que no se puede respirar es cuando, verdaderamente las familias están viviendo por encima de sus posibilidades. Entiendo que hay una explicación lógica. Esta crisis está dejando nuestras posibilidades tan a ras de suelo que cualquier pretensión está por encima de nuestras posibilidades.
Porque es muy positivo que una familia ahorre. Si un hogar es capaz de guardar parte de sus ingresos para el futuro puede tener garantizada cierta tranquilidad. Lo que no tiene sentido es que una familia ahorre si para ello, sus hijos no comen, van descalzos o le cobran un euro al abuelo cada vez que va al baño. Nadie en su sano juicio se plantea obtener superavit en sus cuentas a cambio de convertir en miserable la vida de sus miembros.
Pensaba en esto cuando leí que el Ayuntamiento de Cádiz anunciaba un superavit de 58 millones de euros para el presente ejercicio. Me sorprendió porque no parece que los vecinos de Cádiz tengan sus necesidades tan cubiertas como para que el Ayuntamiento pueda obtener 58 millones más de los que gasta. La ciudad es una de las 7 capitales con mayor presión impositiva de España y, a pesar de ello, los servicios municipales no son tan intensos como el afán recaudatorio.
Además, con 58 millones de superavit, no hay explicación a que no se abonen las subidas salariales acordadas con los trabajadores del pabellón Ciudad de Cádiz ni a que se hayan mantenido tantas deudas con proveedores. Tan sorprendido estuve que busqué los presupuestos municipales. Por supuesto que no están en la web municipal, que la transparencia y Pepe Blas funcionan muy mal y lo último que tienen son los de 2010. 
Al final, leyendo en un sitio y en otro descubrí dónde estaba el truco. El Ayuntamiento había contabilizado el préstamo estatal de 69 millones como un ingreso de este ejercicio. Es decir, que, no sobran 58 millones sino que faltan 11. Más o menos lo que este Ayuntamiento se gasta en publicidad y Onda Cádiz. Eso sí que no lo haría una familia: gastar en televisión cuando falta para comer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario